Blog

Entender la filosofía ‘kaizen’ con el poder del 1%

Planta en las manos: el poder de la mejora, poco a poco - Kaizen
Lean Kaizen Mejora de Procesos

Entender la filosofía ‘kaizen’ con el poder del 1%

En el mundo empresarial, kaizen (palabra japonesa que significa mejora continua) es una metodología de trabajo diseñada para conseguir los mayores niveles de calidad. Nació en los años 50 y llevó a Japón a convertirse en una de las mayores economías del mundo. Se trata de una filosofía que nos lleva a preguntarnos cada día: ¿Qué he hecho hoy para mejorar mi trabajo?. Pero no solo sirve para las empresas. Sus principios se pueden aplicar a nuestro día a día para conseguir resultados espectaculares. De hecho, en japonés el término kaizen se sigue utilizando para referirse al desarrollo personal y la pregunta diaria es ¿Qué he hecho hoy para mejorar mi vida?

Cuando queremos mejorar algo en nuestras vidas o en nuestros negocios, solemos fijar primero un objetivo ambicioso. A partir de ahí, podemos llegar a diseñar una estrategia que nos permita alcanzarlo lo más rápidamente posible. A veces, ni lo hacemos, pensando que por lo importante que es este objetivo, nos pondremos en marcha y lo vamos a hacer sí o sí.

Si los cambios no son rápidamente visibles, tenemos la frecuente sensación de que no estamos mejorando. Y esta presión suele ser muy importante para lograr nuestros objetivos. Esta percepción natural suele conducirnos a la frustración por no alcanzar los objetivos definidos y a tener el sentimiento de fracaso en nuestros intentos de mejora.

Aplica la regla: sin prisa, pero sin pausa

Afirma el refrán que gota a gota se llena la bota y este es exactamente el enfoque que podemos dar a la mejora continua para finalmente conseguir unos resultados espectaculares. La idea es enfocarnos en mejoras pequeñas, pero constantes. Aunque no parezca tan llamativa, esta alternativa es más sencilla y nos permite alcanzar los mismos resultados con un porcentaje de éxito mucho mayor. La idea es implantar continuamente pequeñas mejoras marginales que, con el tiempo y acumulándose, tengan un impacto importante y provoquen incluso un efecto exponencial.

De ahí viene la relación del kaizen con el poder del 1%.
¿Te parece que mejorar algo en un 1% es trivial e insignificante?

Pues imagínate mejorarlo de manera constante un 1%. Por definición, estas pequeñas mejoras tendrán unos efectos exponenciales en el largo plazo. Por ejemplo: si mejoras algo un 1% cada día durante un año, al principio, no se nota la diferencia, pero al finalizar el año, tendrás una mejora acumulada de casi 40 veces el valor inicial.

Podemos destacar dos ideas claves de este enfoque:

  1. Cambiar la manera de fijar los objetivos de mejora continua. Uno de los principales problemas de no alcanzar los objetivos es que suelen ser demasiados ambiciosos de base y con una fecha demasiada cercana. En la empresa, si fijamos un objetivo de ahorro que vamos mejorando en un 1% cada periodo definido, ya se conseguirán resultados.
  2. Cambiar la estrategia. Se suele pensar en fórmulas mágicas o en la creación de un plan con muchos hitos y puntos clave que resultan muy complicados. La idea es convertir la estrategia en una táctica relacionada con el objetivo. Y el plan es hacer un poco más cada día pensando en qué pequeñas mejoras puedes ir introduciendo gradualmente incrementando las fortalezas (que permiten acercarse al objetivo) y reducir las debilidades (que alejan del objetivo).

Hay una gran diferencia entre mejorar un poquito cada día y no hacerlo esperando el momento para provocar una mejora drástica que puede no llegar nunca y convertirse en una frustración. ¡Piénsalo!

Fotografía: Nikola Jovanovic