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Qué necesitas estudiar para dedicarte profesionalmente a la mejora continua

Cronograma para la formación enfocada a la mejora continua
Desarrollo de Personas

Qué necesitas estudiar para dedicarte profesionalmente a la mejora continua

A veces nos preguntan qué hay que estudiar para poder entrar o avanzar en el mundo de la mejora continua. Esta pregunta tiene muchas respuestas posibles y a veces cuesta poner las cosas en claro para poder contestar, pero aquí te dejamos nuestro puntos de vista.

Empecemos por lo primero que hay que saber: la mejora continua permite acercarse a los procesos desde otro punto de vista, aprendiendo a conocerlos para sacarles la máxima eficiencia (a nivel de tiempo, calidad, coste, etcétera) para depurarlos hasta que no se puedan mejorar, cosa que nunca podemos conseguir, porque, como bien dijo Sakichi Toyoda en los años 1890: «Ninguna máquina o proceso llegará a un punto a partir del cual no se pueda seguir mejorando».

Y esto no es sencillo ya que no solo se tiene que tener unos buenos conocimientos técnicos, si no que también se ha de tener dotes de liderazgo.

Para los aspectos financieros, te remito a nuestro post Salario medio español en Mejora continua: entre 40.000 y 68.500 €

Adquisición de conocimientos técnicos

Empecemos por los conocimientos técnicos: en la mejora continua hay 3 grandes metodologías que se pueden aplicar. La primera, y para nosotros la más importante, es la filosofía kaizen, que significa mejora continua en japonés. Es la que hace avanzar la mejora en las empresas y que la mantiene en marcha. Es bajo este paraguas que podemos encontrar las otras dos grandes metodologías: la filosofía Lean y la metodología Six Sigma. También podemos añadir las las herramientas de análisis de causa raíz tal como el A3 o el 8D.

Kaizen

Como decía, kaizen nos da este punto para buscar siempre ser mejores, haciendo participe a todas las personas de la empresa en este afán de mejora promoviendo un cambio de mentalidad radical en la empresa.
Que sea a través de la realización de eventos kaizen o bien con mejoras planificadas, programadas y seguidas mediante un plan de acción. Kaizen permite elevar el nivel de eficiencia de toda organización y se aplica a todos los sectores.

Lean

En el caso de Lean, hay que entender los principios de Lean para empezar a hacer solamente aquellas cosas que agregan valor desde el punto de vista del cliente, interno o externo, teniendo claro los conceptos de cadena de valor, actividades con valor añadido y desperdicios o mudas para optimizar los procesos de la empresa y su rendimiento.

Después es cuestión de ir buscando las herramientas y metodologías para resolver temas concretos, como las 5S, el SMED o el TPM.

Six Sigma

Por lo que se refiere al Six Sigma, hay que conocer la metodología DMAIC (Definir, Medir, Analizar, Mejorar y Controlar) orientada a la búsqueda de la causa raíz de los problemas y a la minimización de la variabilidad de los procesos.

Nos podemos acercar a esta metodología en calidad de Green Belt o Black Belt. La diferencia de color de cinturón (belt) es básicamente un reflejo del nivel de conocimientos estadísticos que se poseen, sabiendo que un 80% de los problemas de una empresa se pueden resolver con un nivel Green Belt. La metodología y la forma de aplicarla es rigurosamente la misma para ambos niveles.

Elegir empezar por Lean o por Six Sigma dependerá de cada uno. Lo importante es formarse y aplicar lo aprendido en el día a día. Si ya se tienen conocimientos de una de estas metodologías, se puede ir a por la otra. Lo importante es no caer en la trampa de la «solución única» para todos los problemas: «Para quien solo tiene un martillo, todos los problemas son clavos».

Análisis de la causa raíz

Las técnicas de resolución de problemas usando el análisis de causa raíz o root cause analysis, basadas en los principios del ciclo PDCA de Deming también se usan en el entorno de la mejora continua. Un problema que ocurre en una línea de producción o en la ejecución de un proceso administrativo no puede volver a producirse una segunda vez.

Six Sigma es una de las herramientas de análisis de causa raíz más completas, pero también las hay más específicas, como las 8D (8 Disciplinas) y el modelo A3.

Pero todo esto son técnicas que ayudan a mejorar, pero no podemos olvidarnos que son las personas por su energía, sus aptitudes y sus valores compartidos que hacen posible la puesta en marcha de las mejoras. Es por eso que ahora, hablaremos de liderazgo.

Formación para el liderazgo

Una de las tareas más importante a la que se dedica una persona de mejora continua es convencer.

Por norma general, la personas son bastantes reacias al cambio. Podríamos dar un sin fin de ejemplos ilustrándo este hecho, pero todos los que hemos tenido que modificar la forma de trabajar de alguien en algún momento hemos podido ver lo dificil que es.

Pero la persuación no es solo importante a la hora de implantar soluciones, también hay que convencer nuestra jerarquía que el uso de estos metodos de trabajo son beneficiosos a largo plazo y que saltar a una solución rápida no siempre es la mejor actitud.

Tener buenos dotes de comunicación y de liderazgo son importantes a este nivel: ser capaz de transmitir un mensaje y que sea entendido y ser capaz de escuchar el feedback de los demás es básico. Además, hay que poder hacerlo con todos lo perfiles de la empresa, desde el gerente de la empresa, sus directores o sus operarios, jefes de turno, técnicos, etcétera, hasta nuestros proveedores y, en algún caso, nuestros clientes.
Sin esta capacidad de persuadir a los demás sin ser su jefe directo, muchas iniciativas de mejora continua no llegarán a buen puerto.

La apuesta segura: matricularse en el curso de Green Belt

Aunque las opciones son múltiples, la ruta más eficaz y segura para adentrarse o avanzar en la profesión de la mejora continua es empezar con una formación de Green Belt Six Sigma en la que se repasan los conceptos básicos del kaizen, incluyendo los eventos kaizen, y de los principios Lean con sus muda. Después se puede profundizar en los principios de Lean y con herramientas más concretas (5S, SMED, TPM…).

A partir de aquí, como en todas las carreras, habrá que seguir formándose. Por ejemplo, sobre gestión de equipo y liderazgo persuasivo o comunicación eficaz y feedback efectivo para ser capaz de ser entendido y de entender mejor a los demás.