Blog

Curso para que los directivos domen a los superhéroes de oficina

Ilustración de los superhéroes de la empresa
Desarrollo de Personas

Curso para que los directivos domen a los superhéroes de oficina

Una cosa me sorprende mucho en las empresas: ¡hay personas consideradas como verdaderos superhéroes!

Las llamamos cuando todo está perdido. Cuando no sabemos cómo resolver un problema. Las llamamos o surgen de repente, como Superman, que aparece siempre en el momento justo.

Conocemos a estas personas, sabemos quienes son, aunque, muchas veces, ignoramos que tienen una doble vida. O, mejor dicho, lo olvidamos.

Pasa lo mismo con Clark Kent. A simple vista, se le identifica con Superman. Pero su actitud, su porte y su mirada miope nos llevan a obviar la similitud física entre Clark y Superman. Es una cuestión de expectativas.

Si espero que el superhéroe tenga prestancia, el que no la tiene no lo es. Pensad en la imagen típica de Superman presentándose, la mirada perdida en el horizonte, flotando en el aire y en la de Clark Kent, encorvado, patoso, tirando su café por el suelo.

Así que, a pesar de medir 2 metros, pesar 150 kg de puro músculo y parecerse a Superman, Clark Kent es visto como una persona del montón, ignorando su doble vida, como con nuestro superhéroe de oficina.

Más Clark Kent y menos Superman

Nuestro superhéroe clark-kentizado es un personaje sin tiempo para hacer su trabajo correctamente porque está constantemente salvando a la empresa. Como está en todos los frentes, no puede centrarse en las tareas que se espera que haga. Las entrega tarde o sin acabar.

Y eso causa que, junto con retrasos o tareas inacabadas de otros empleados, se generen problemas que alguien tiene que resolver.

Ahí aparece nuestro Superman.

Ojo, no estoy diciendo que esta persona genera los problemas a propósito para poder solucionarlos, simplemente estoy diciendo que el tiempo que dedica a solucionar estos problemas se resta del que debería dedicar a hacer un buen trabajo a la primera.

La idea de «Bueno a la primera» es un concepto de Lean, según el que sale más barato hacer bien las cosas a la primera que tener que arreglarlas después. Y para demostración, piensa en el coste para los fabricantes de coches cuando hacen una llamada general a taller.

Visto de otra forma, si Superman fuese un mejor Clark Kent necesitaría menos ser Superman.

A lo largo de los años, hemos hablado con muchos supermans en muchas empresas, y aparece un rasgo constante en su discurso: “no tengo tiempo”. Explican que hay muchas cosas que no consiguen hacer por falta de tiempo.

Sin entrar en detalles científicos, ser superhéroe le mola a nuestro cerebro: es un tipo de actividad que activa diferentes partes del cerebro, generando hormonas de la felicidad. Neurológicamente, se agradece la novedad de la acción y la sensación de ser útil e indispensable. Todo esto hace que se generen grandes cantidades de hormonas que complacen nuestro cerebro, con lo cual repetimos este comportamiento.

¿Hay supervillanos en la empresa?

Por lo tanto, nuestra versión Clark Kent se aburre, no dedica su tiempo a hacer lo que debería y prefiere meterse en la cabina telefónica para cambiarse y salir como Superman.

¿Quién es el superhéroe?

Voy a exagerar un poco la situación y, para que nos entendamos, usaré una escala del 1 al 10, siendo 1 un nivel bajo de calidad o implicación y un 10 el máximo nivel.

Imaginad una persona que comete errores, que, sumados a otras variables, generan problemas grandes en la empresa. Tiene un nivel de calidad de 4 o 5 en sus entregas.

Ahora, pensad en esta misma persona, dejando su trabajo habitual para ir a solucionar el problema. ¡Logra un nivel de calidad de la solución de 10! Ha resuelto el problema.

¡Es un superhéroe! Al menos, para muchos lo será y será aplaudido. Su jefe le da un 10 de implicación en la empresa: resuelve problemas.

Ahora pensad en otra persona: nunca se retrasa, nunca hay fallos importantes en sus entregas. Tiene un nivel de calidad de 8 o 9 siempre, día tras día.

En su ámbito de trabajo, nunca hay grandes problemas que necesiten de un superhéroe. Su jefe no lo ve muy por la labor de salvar la empresa y, comparado con Superman, su implicación será de un 5 como mucho.

Es una persona normal.

¿Quién es el verdadero superhéroe? ¿Quién aporta más a la empresa? ¿A quién vamos a valorar más a final del día?

Donde hay un superhéroe, hay problemas. Mirad las películas o los cómics. Cuanto más fuerte es el superhéroe, más fuertes son los malvados. La cuestión es saber quien llegó antes, el huevo o la gallina, ¿los villanos o los superhéroes?

Si en tu empresa tienes superhéroes, es que tienes supervillanos. Y puedes halagar a los superhéroes o eliminar los supervillanos.

Pero no estoy diciendo que haya que eliminar los superhéroes, sino que, tal vez, haya que reconducirlos. Volver a enfocar su trabajo hacia lo importante: prevenir los problemas enfocando los esfuerzos en lo importante cada día.

En Caletec hemos desarrollado un curso que permite transformar los superhéroes en personas normales. Personas eficientes que evitarán que se generen problemas grandes.

No dejes pasar la oportunidad de vivir en una empresa sin superhéroes y sin sus supervillanos:

Fotografía: Lino Ogenio