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Cómo encajar la adicción a la dopamina y las prioridades de la empresa

Actividad
Desarrollo de Personas

Cómo encajar la adicción a la dopamina y las prioridades de la empresa

Somos adictos a la dopamina. Cada día hemos de ser más reactivos.

A nivel profesional, hemos de atender las llamadas al instante, aunque estemos hablando con otra persona (“Es más importante, la tengo que atender”). Hemos de contestar los whatsapp (“Si me envía un whatsapp, es que debe ser urgente”).

“¡Huy! Me ha saltado una notificación de correo, debo mirar que es.” Y así, sin parar. Todo va muy deprisa y acelerado, y de no estar en el momento adecuado podría suceder algo malo.

¿De verdad pasaría algo malo? ¿O es una idea que tenemos?

Veamos un ejemplo: algunos clientes nos piden un presupuesto urgente porque tienen que tomar la decisión rápidamente y no pueden continuar sin la estimación de costes. Sin embargo, en muchos de estos casos, la decisión final puede tardar semanas.

Hay muchas razones para que se de un caso así, pero una en particular es muy interesante: somos adictos a la dopamina.

La dopamina es un mensajero (neurotransmisor) que actúa como comunicador entre las neuronas y que conduce a un estímulo placentero. A este efecto se le denomina refuerzo positivo o mecanismo de recompensa positiva. Nos motiva a obtener la sensación de bienestar.

Por lo tanto, cuando alguien me dice “busca un curso sobre Six Sigma”, lo dejo todo a un lado porque esta petición es algo nuevo, gratificante, y mi cerebro generará más dopamina, con su refuerzo positivo.

Si comparamos, cuando ya he obtenido los presupuestos y los he pasado a la persona que me hizo la petición, el seguimiento de esta tarea no genera dopamina, no es nueva, no es atractiva, así que me olvido de ella más fácilmente. Aunque vaya preguntando de vez en cuando si se ha tomado alguna decisión, cada vez le pondré menos empeño, así que la cosa se alarga.

Eso sí, he hecho otros miles de peticiones para nuevos cursos.

Lo interesante de este ejemplo es observar cómo nuestro cerebro reacciona frente a la novedad. Lo nuevo puede ser una llamada, un nuevo correo o whatsapp, una interrupción externa o, incluslo, una interrupción interna: “Acabo de recordar que tengo que…”

Llega un estímulo nuevo. Mi cerebro genera dopamina. Me refuerza en que lo nuevo es mejor y me pongo a correr como un hámster en su rueda, siempre buscando lo nuevo.

La gestión del tiempo y la búsqueda de la novedad

Nos pasa cuando buscamos información en internet. A veces, acabamos mirando un vídeo sobre como criar plantas tropicales en nuestra casa cuando estábamos buscando información sobre la resistencia de una pieza inyectada en bimaterial con injerto de acero.

Esta búsqueda incansable de novedad lleva algunas personas a no parar ni un solo minuto. Haciendo que sean muy activas, pero a quienes cuesta cerrar temas.

Literalmente son como los hámsteres en una rueda. Estos pequeños bichos no corren por placer.
Me explico: los hámsteres son pequeños roedores que están muy abajo en la cadena alimenticia. Casi cualquier depredador es capaz de comerse un hámster. No tienen ningún sistema de defensa y, por eso, desde que existen, han huido de los depredadores. Han corrido y corrido, sin parar.

Se detienen un poco para comer y corren. Se paran a dormir un poco, y vuelven a correr. No corren por placer, sino para no sentirse mal.

Un hámster que no corre es un hámster estresado, ya que podría ser pasto de cualquier depredador. No tiene ni idea de que en su jaula no le puede pasar nada. Sencillamente se estresaría mucho. Correr alivia este estrés.

Pues pasa lo mismo con nuestros adictos a la dopamina. Les hace felices. Si dejan de saltar de un tema a otro, dejan de generar dopamina. Dejan de recibir ese chute de alegría. Se sienten mal y solo quieren volver a la rueda.

En la empresa

En la empresa, esto implica que tenemos pesonas que solo persiguen el placer de la novedad. Esto puede ser bueno si están en puestos que precisan de esta característica. Por ejemplo, en puestos creativos, dónde hay que generar muchas ideas, empezar a desarrollarlas y pasarlas a otros para que acaben de ponerlas en marcha. En departamentos de innovación, de marketing, de diseño, de ventas…

Pero en un departamento de producción, de calidad o de desarrollo, es necesario disponer de gente que tome una idea y la lleve hasta el final.

Entonces, ¿qué hacer con estas personas que no pueden dejar la novedad y que están en puestos donde esto les perjudica?

La primera opción es montar una Asociación de Adictos a la Dopamina Anónimos.

La segunda es hacer que se den cuenta de lo que está pasando, para que puedan tomar medidas para remediarlo.En este caso te podemos ayudar.

Nuestro curso de Gestión del tiempo y aumento de la productividad personal está diseñado para explicar estas cosas y otras que también influyen sobre la productividad.

Existe en formato online o lo podemos hacer en formato presencial.

No dudes en mirarlo, por si te puede ayudar.

Fotografía: Luke Chesser