Qué son los Índices de Capacidad para calcular la calidad de los procesos
Qué son los Índices de Capacidad para calcular la calidad de los procesos
Calcular los índices de capacidad permite saber si nuestros procesos son capaces y si no están demasiado descentrados. Pero muchas veces, se pierde de vista lo que significa exactamente ser capaz, así que le daremos un repaso rápido.
Concepto “capacidad del proceso”
Originalmente, en los años 70, se consideraba como capaz cualquier proceso cuyo Cp, su Índice de Capacidad, fuese mayor o igual a 1. A mayor capacidad, mayor calidad: hay menos productos o piezas rechazados.
Si el proceso esta centrado, se rechazarán solo el 0,27% de las piezas.
Pero este 0,27%, con el progresivo aumento de los volúmenes de producción y de los requisitos de calidad, empezó a ser demasiado importante. Por lo tanto, desde los años ochenta, es habitual pedir que los procesos tengan un Cp superior a 1,33 o a 1,67 para definirlos como capaces.
A estos valores habituales de Cp —1, 1,33 y 1,67—, y siempre con un proceso centrado, corresponden cantidades teóricas máximas de piezas rechazadas :
- Cp = 1: el proceso tendrá un máximo de 0,27% o 2.700 ppm de piezas rechazadas (piezas que no cumplirían con las tolerancias).
- Cp = 1,33: el proceso tendrá un máximo de 63 ppm de piezas rechazadas.
- Cp = 1,67: el proceso tendrá un máximo de 0,57 ppm de piezas rechazadas.
Es importante recordar que estas tasas de rechazos vienen dadas por la formula usada para calcular el Cp que depende del nivel sigma de los procesos.
Resumiendo: cuando decimos que un proceso es capaz, en realidad estamos diciendo que esperamos que este proceso, estando perfectamente centrado, tenga uno de los niveles teóricos máximos de rechazos mencionado anteriormente.
Concepto “centrado del proceso”
En las explicaciones anteriores se considera que el proceso está centrado, pero no siempre se da esta circunstancia. Así que solo calcular el Cp no es suficiente, hay que mirar si el proceso está centrado.
Esto se hace con el otro índice de capacidad, el Cpk, que expresa si el proceso está centrado entre los márgenes de tolerancias o de especificación.
Si está perfectamente centrado, Cpk será igual a Cp. Si está descentrado, Cpk será inferior a Cp.
Tener un proceso descentrado no es un problema y, de hecho, puede ser bueno. Un caso habitual de descentrado voluntario es el de los detergentes: siempre se intenta que los aditivos más caros estén cerca del límite inferior de especificación.
Los problemas aparecerían si el proceso está tan cerca del límite de especificación que empieza a generar productos malos . Y ahí interviene el Cpk.
Pasa lo mismo que con el Cp: si el Cpk es superior a 1 o 1,33 o 1,67, entonces el nivel máximo de rechazo será admisible y daremos por aceptable el descentrado del proceso.
Aprende a analizar la productividad
Todo los razonamientos anteriores serán válidos si los datos del proceso se ajustan a una distribución normal. En caso contrario, las previsiones que se harían podrían no tener relación con la realidad y los valores de rechazos reales podrían ser muy diferentes de los teóricos.
Otro requerimiento importante para cumplir con las previsiones es la estabilidad del proceso.
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