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Los errores del Titanic que debes evitar en tu empresa (I)

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Estrategia Empresarial

Los errores del Titanic que debes evitar en tu empresa (I)

Esta serie de entradas aborda los problemas que causaron el hundimiento del Titanic y que también podrían hundir tu negocio de no tener cuidado.

Muchos empresarios no dejan de decirlo: aprendemos de nuestros errores. La excelencia operativa es a menudo el resultado de fallos que no queremos que se repitan.

Contrariamente a la creencia popular, el Titanic no colisionó contra el iceberg que condujo a su pérdida, sino que solo lo tocó. Sin embargo, eso fue suficiente para que se hundiera un barco de 270 metros de largo, casi 50,000 toneladas y 45,000 caballos de potencia.

Existen numerosos libros que demuestran que una sucesión de pequeños detalles fue el origen de este gran naufragio histórico. ¿Cómo traducir estas lecciones a la gestión de tu empresa?

Uno de los mayores errores fue pensar que el barco era insumergible. Por lo tanto, cuando el oficial de guardia que gobernaba el transatlántico dio la orden de invertir las máquinas para evitar el obstáculo, provocó un hundimiento de la parte delantera del barco y, como consecuencia, el buque fue aún menos maniobrable.

¿Empresas que es imposible que se hundan?

Muchas compañías piensan que son igualmente insumergibles, pero resultan ser tan difíciles de maniobrar como el Titanic.

Todos los empresarios tienen un plan, una dirección, una base operativa, pero también certidumbres. Si el accidente del Titanic fue inesperado, se puede explicar. Por lo tanto, esta catástrofe nos proporciona lecciones de administración, que todo gerente del negocio, como tomador de decisiones, debería saber de memoria.

Se resumen en:

  • Síndrome del todo va bien.
  • Orgullo y prestigio.
  • Información y su transmisión.
  • Falta de cohesión del equipo y de las acciones.
  • Negligencia de los medios.
  • Reuniones negligentes.
  • Falta de formación.
  • Sobrevaloración de la experiencia.
  • Falta de suerte (o no).

En las próximas entradas profundizaremos en cada una de estas lecciones indispensables para mantener a flote y en velocidad de crucero nuestra empresa.

Fotografía: Frank Beken