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Nuestras convicciones para el éxito de la mejora continua

Convicciones para la mejora continua
Estrategia Empresarial

Nuestras convicciones para el éxito de la mejora continua

No cabe duda de que la mejora continua se considera el elemento clave para llegar a la excelencia y permitir ser más competitivo. Durante nuestras intervenciones, ciertos principios nos parecen tan esenciales, tan universales, que hoy los consideramos inseparables del éxito de esta iniciativa.

Al no aplicar una receta, cada intervención de Caletec, en materia de mejora continua, es específica. Y, a pesar de esta originalidad en la solución e independientemente de la naturaleza del proyecto, unas fuertes convicciones se encuentran entre los ingredientes que deben estar presentes en el proyecto. Tanto su éxito como su sostenibilidad dependen de ello.

Primera convicción: La gerencia debe estar lista para el cambio

Cualquier mejora implica necesariamente que se realicen cambios. La estructura organizativa, los roles y las responsabilidades, los métodos de trabajo y las adaptaciones son tantas cosas que deben ser cuestionadas. Si la administración de la empresa no está lista para el cambio, en teoría y especialmente en la práctica, este no producirá ningún resultado.

No siempre es fácil. Se necesita esfuerzo. Pero cambiar sin mover nada es imposible.

Segunda convicción: El proyecto debe ser estructurado e involucrar a los empleados

Cualquier proyecto debe ser parte de la visión general de la empresa, implementarse en un momento de gran receptividad —incluso provocándola—, seguir etapas precisas y ser apropiado para aquellos que lo convertirán en un éxito: los empleados involucrados.

La resistencia al cambio es un comportamiento natural. La movilización de los empleados se desarrolla involucrándolos concretamente en todas las etapas del proyecto, desde la comprensión de los objetivos iniciales a la obtención de un amplio consenso sobre la naturaleza de las acciones a tomar.

Tan pronto como todos sepan qué hacemos, como lo hacemos y porque lo hacemos, lograr el objetivo se convierte en el desafío de todo un equipo

Tercera convicción: Existen técnicas de mejora esenciales

Cualquiera que sea la naturaleza del proyecto, las mejoras se realizan y cuantifican por aumentos o por reducciones. Aumentamos el valor agregado, la productividad, la consistencia de la calidad; y reducimos desperdicios, inventarios, tiempos de procesamiento, etcétera.

Simplista en apariencia, esta gran verdad es la base de cualquier ejercicio de optimización y proporciona las mismas herramientas para su evaluación: tener un orden de magnitud, en forma de indicador acerca de en cuánto hemos aumentado o en cuánto hemos reducido.

Por otra parte, son numerosas las metodologías, técnicas y herramientas de mejora que ya han demostrado su éxito en numerosas organizaciones, por lo que vale la pena aplicarlas teniendo en cuenta la casuística de la empresa.

Si la diferencia entre un pastel de manzana y un pastel de chocolate es grande, ambos tienen la misma base. Reinventarla sería perder el tiempo

Cuarta convicción: El conocimiento debe ser compartido

Compartir el conocimiento depende no solo del éxito del proyecto, sino también de su sostenibilidad. Garantizar la claridad y la fluidez de la información es la única forma de capturar permanentemente las mejores prácticas y convertirlas en modelos y trampolines para una mejora continua.

Hay muchas trampas. Con demasiada frecuencia, la magia de las nuevas tecnologías crea la falsa sensación de que la información disponible es información que se entiende y se comparte.

La información y el conocimiento son dos cosas. Si el primero no conduce al segundo, pierde todo su poder para cambiar

¿Compartes estas convicciones?

Fotografía: KalVisuals